El curioso incidente ocurrió el pasado 27 de enero en un vuelo que viajaba desde el aeropuerto de Oslo, Noruega, con destino a Múnich, Alemania; el imprevisto hizo que la aeronave tuviera que devolverse para solucionar el imprevisto.
El avión despegó del aeropuerto Oslo Gardermoen a las 9:34 de la mañana de ese día, pero apenas llegó hasta la frontera con Suecia antes de devolverse, dar unas vueltas para liberarse del exceso de combustible, y aterrizar de nuevo en la terminal.
La ironía de que 85 plomeros no hayan bastado para arreglar un baño ha hecho que la historia haya tomado relevancia. Frank Olsen, presidente ejecutivo de la empresa de plomería Rørkjøp, dijo que les hubiera gustado arreglar el baño, pero el defecto debía hacerse desde la parte exterior del avión.
El ejecutivo dijo que a pesar del inconveniente, dentro del avión había un buen ambiente, y la situación fue tomada con humor por los propios plomeros. “Tantos plomeros en un avión y tiene que regresar por un problema en el baño. Hay un buen humor en eso”, dijo Hans Christian Ødegård, uno de los trabajadores que iba en el vuelo
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Noticia tomada de: https://www.pulzo.com
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