Las piscinas son consideradas los elementos principales a la hora de diversión y relax en nuestros hogares cuando el calor azota, allí podemos pasar días, o noches enteras ya que, gracias a sus tecnológicos sistemas, podemos contar con agua climatizada las 24 horas del día en cualquier época del año.
Pero debemos entender que no se cuidan ni se mantienen solas, existen diversos procesos que debemos realizar en la limpieza de piscinas para mantener el agua los más pura posible y así gozar de un buen estado de salud.
Para cada caso en particular contamos con diferentes métodos de mantenimiento de piscinas, que por lo general se dividen en dos grandes grupos: manuales y automáticos. El limpiador automático es la solución para aquellos que son reticentes a emplear mucho tiempo en realizar la limpieza de piscinas, en la mayoría de los casos las piscinas ya se encuentran equipadas con este tipo de sistema de filtrado de agua que nos permite retirar las hojas y las suciedades que se encuentran en el agua.
Otra gran ventaja de este limpiador automático, es que mejora la eficacia de los productos que se encargan del tratamiento del agua, debido a que la mantiene constantemente en movimiento, comportándose de forma muy similar a un sumidero móvil. Este proceso permito evitar las zonas de aguas muertas que sean imposibles de eliminarse a través del sumidero y los skimmers, de esta forma la limpieza de piscinas no sólo se torna rápida, sino también eficiente.
La limpieza de piscinas no se limita sólo a elementos automáticos que filtren hojas o toxinas, sino también al tratamiento químico que debemos darle al agua para que sea saludable por los usuarios. Es verdad que si mantenemos el fondo de la piscina limpio (sin algas o depósitos calcáreos), con un filtrado eficaz (tanto por el tipo de filtro como por el diseño y la disposición de las piezas que se encargan de la aspiración), realizar el tratamiento del agua es algo muy sencillo.
Aunque muchas personas creen que la limpieza de piscina es casi nula en invierno debido a que el agua a pocos grados se conserva perfectamente, casi sin ser filtrada y con poco tratamiento químico, no hay que confiarnos al respecto. Es ideal poner el sistema original de limpieza de piscinas en marcha apenas haya acabado el invierno, porque aunque el uso durante esa temporada haya sido casi nulo, la suciedad y las toxinas existen y deben ser eliminadas.
Los fenómenos de contaminación han sido eliminados por los diversos tratamientos químicos para el agua que hoy se encuentran disponibles en el mercado, tratamientos que no requieren de esfuerzo, sólo de una pequeña inversión para poder disfrutar de una piscina durante todo el año.
De todas formas hay que considerar ciertos factores externos que influyen en la limpieza de piscinas, el Sol es uno de ellos, cuando la temperatura oscila entre los 20-25°C más trabajará el agua y más se desestabilizará el PH, también, el sol también actúa en la producción de algas y la degradación de los productos en el agua, como las tormenta ocasionan que el agua se enturbie y evolucione de forma negativa si la misma no posee una reserva suficiente de desinfectante.
Todos estos problemas cuentan con más de una solución para realizar de forma eficaz la limpieza de piscina: filtrado y más filtrado durante un largo tiempo, agua con protección preventiva (antialgas, equilibrio de PH, etc), aportación suficiente de agua nueva para así evitar las aguas cargadas de cal de índole artificial, etc.
Aquí os dejamos diez consejos que os pueden servir de gran ayuda a la hora de poner a punto vuestra piscina, para que podáis disfrutar de un verano mucho más fresco y de una manera totalmente segura.
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Nota tomada de http://www.ginerymira.com